viernes, 21 de septiembre de 2018

On septiembre 21, 2018 by Rocío Corvera in    No comments

El arándano, conocido bajo el nombre científico Vaccinium myrtillus, es un fruto pequeño pero grande a la vez, ya que contiene múltiples propiedades que benefician a la salud, dentro de las cuales se puede mencionar las propiedades adelgazantes.

Estas frutas son oriundas de Asia y Europa y se pueden ver en estado silvestre en márgenes de caminos o torrenteras. Crecen en terrenos húmedos y en algunos casos, como el pacharán, se pueden encontrar a 1.500 metros de altitud. Maduran durante los meses de verano y otoño. Actualmente, se cultivan especies con fines comerciales, por lo que es fácil encontrarlas en mercados especializados. El arándano que se consume en España procede básicamente de Australia, Chile, Holanda e Italia, pero cada vez toman mayor relevancia los que proceden de Huelva y Asturias.

El arándano en Perú

El cultivo del arándano en el Perú ha comenzado tímidamente y en silencio, rodeado del secretismo más absoluto en algunas zonas productoras del país. De la primera plantación que se tiene registro en 2008 poco se sabe, sólo que se trataban 10 ha donde había 100,000 plantas en un campo de Arequipa, la mayoría de ellas muertas al poco tiempo de plantadas.

En cuatro años, la situación ha cambiado. Hay más profesionalismo en un sector donde es raro ver una gran debacle en una plantación. Lo que no ha cambiado es que el desarrollo ha continuado tímidamente y en silencio, rodeado del secretismo más absoluto en algunas zonas productoras del país.

“Hoy en ningún país del mundo podría haber un boom del arándano como podría ser en el Perú”, afirma José Francisco Unzueta, gerente de Blueberries Perú, un vivero de capitales chilenos que se instaló en la localidad de Cañete. “Perú es el único país donde actualmente se ve una posibilidad de desarrollo fuerte del arándano”, continúa. Eso, teniendo en cuenta que en las principales zonas productoras del mundo no se están sumando nuevas hectáreas e, incluso en Argentina han disminuido.

Pero lo cierto es que en el Perú se avanza poco. Las pruebas generalmente se han hecho en pequeñas superficies y, según afirma Unzueta, “aún son pocos los que se lanzan”. Pero, ¿qué los frena? La barrera principal es la económica. Establecer una hectárea de arándanos en el Perú tiene un costo promedio de US$ 30.000, donde el principal gasto está en las propias plantas, y sin considerar el terreno. Fuente: Red Agrícola

Clases de arándanos

Se conocen unas 200 especies distintas de arándanos –género Vaccinium– en el mundo, la inmensa mayoría de ellas en la zona boreal o nórdica, en ambientes de taiga y landas. 
En Norteamérica crece también el arándano rojo Vacciniumoxycocos, de frutos de ese color y mayor tamaño, que se cultiva en grandes viveros y es objeto de una importante exportación. 
Este cultivo –como en el caso del arándano común– se ha reproducido también en Sudamérica, sobre todo en Chile, a través de diversas variedades, en función de su mayor o menor resistencia al frío.

Su composición y valor nutricional son un tesoro para nuestra salud, y además, los arándanos son bajos en calorías, 100 gramos de nos aportan 46 calorías. No dejan de aparecer estudios que revelan sus efectos beneficiosos para la salud, incluso algunos investigadores los han calificado de “la fruta del siglo XXI”.

Composición por 100 gramos de porción comestible  
 
Calorías 30,1
Hidratos de carbono (g) 6,9
Fibra (g) 1,8
Potasio (mg) 88
Magnesio (mg) 0,5
Provitamina A (mcg) 12
Vitamina C (mg) 17
Vitamina E (mg) 5
mcg = microgramos
 

Propiedades y beneficios

Los antocianos y carotenoides son abundantes en la composición de todas estas frutas del bosque. Desde el punto de vista bioquímico se caracterizan por poseer una elevada actividad antioxidante; neutralizan la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo. 

Estas propiedades pueden dar lugar a efectos fisiológicos muy diversos; efectos antiinflamatorios y acción antibacteriana de los antocianos, entre otros. 
Estas frutas contienen, además de los antocianos y carotenoides, otros antioxidantes como la vitamina C. La ingesta dietética de estas sustancias potencia nuestro sistema inmunológico o de defensas del organismo y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso del cáncer. 

Asimismo, la vitamina C tiene la capacidad de favorecer la absorción del hierro de los alimentos, por lo que mejora o previene la anemia ferropénica. Existen ciertas situaciones vitales en las que las necesidades orgánicas de vitamina C están aumentadas, como embarazo, lactancia, tabaquismo, empleo de ciertos medicamentos, estrés y defensas disminuidas, práctica deportiva intensa, cáncer, sida y enfermedades inflamatorias crónicas. 
En dichas situaciones, el consumo de bayas silvestres ricas en vitamina C está especialmente indicado.

La fibra es un componente muy abundante en estas frutas, por lo que su consumo habitual durante los meses en los que abundan puede resultar un remedio para tratar el estreñimiento y la atonía intestinal.

Buenos para el corazón
 
Según un estudio realizado por el investigador E. Mitchell Seymour, de la Universidad de Michigan (EEUU) comer arándanos y seguir una dieta saludable, protegería de varios factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes, como la acumulación de grasa abdominal y los niveles altos de colesterol y azúcar en sangre.

Además, las propiedades del arándano fueron extensivamente estudiadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que llegó a la conclusión de que uno de sus componentes, conocido como pterostilbeno, es útil en la prevención de enfermedades cardíacas y de la diabetes.

Protegen nuestra memoria

Según el citado estudio, la antocianina es un poderoso revitalizador de la memoria y puede revertir su pérdida a causa de la avanzada edad y otros deterioros neurológicos. Además, los antioxidantes contribuyen a mejorar el estado de ánimo así como también a combatir la anemia. Varios estudios indican que su consumo habitual hace más lento el declive cognitivo asociado al Alzheimer y otras enfermedades degenerativas.

Protegen nuestros ojos
 
La mejora y optimización de la visión es la ventaja más contrastada de los arándanos. Diversos estudios realizados por la Universidad de Clemson y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos demostró el efecto positivo del arándano en la pigmentación de la retina y la visión nocturna, así como su capacidad de regeneración contra la inflamación retinal, la degeneración macular, la retinitis pigmentaria, el glaucoma y cataratas. En particular, las antocianinas demostraron su efectiva acción para proteger al ojo y regenerar daños provocados en la retina.

Frenan las infecciones de orina




Favorecen la prevención y el tratamiento de infecciones urinarias. Los indígenas americanos ya los usaban con este fin. Actúan mediante un doble efecto. Por una parte, la abundancia de ácidos orgánicos aumenta la acidez de la orina e impide la proliferación de bacterias. Por otra, los flavonoides desinflaman las paredes venosas e impiden que los microorganismos se adhieran y se multipliquen

También actúan contra las infecciones digestivas. Varios estudios realizados en Estados Unidos, Israel y China han demostrado que los componentes del arándano combaten los virus que causan afecciones digestivas.

Ayudan en las dietas de adelgazamiento
 
Con un alto poder nutritivo, bajo aporte calórico, bajos en azúcares, ricos en fibra y antioxidantes los arándanos son el aliado perfecto en las dietas de adelgazamiento. Y la clave de este poder adelgazante es la fibra. Al pasar por el sistema digestivo aportando nutrientes o calorías, pero lo más saludable es que ayuda a eliminar grasas y todo aquello que el cuerpo rechaza. Ciertos estudios de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, afirmaron que el consumo de arándanos puede conducir a la reducción de la grasa abdominal.

 

0 comentarios:

Publicar un comentario